Portada » Art Book » Art Book. Las Profecias de las Sibilas

¿Por qué se relacionó la doctrina católica con unas pitonisas paganas? ¿Incluso, reservándoles un lugar en los programas artísticos y religiosos de la Edad Media y el Renacimiento?

Este Art Book responderá a esta pregunta recorriendo los diez siglos de historia e iconografía de las sibilas, desde los mosaicos de Santa María la Mayor en Roma (siglo V) hasta el manuscrito del 1500 que salió taller de Jean Poyer y que aquí analizamos en profundidad.

Asimismo, se analiza la relación entre el Libro de Horas de Luis de Laval y el Codex Iconographicus 414, al tiempo que se realiza un estudio detallado de las miniaturas que permite establecer la trama de relaciones con los otros ciclos iconográficos del siglo XV, especialmente, el ciclo Orsini y sus epígonos (sobre todo los grabados del libro de San Filippo Barbieri y los de Baccio Baldini) y el Libro de grabados de San Galo.

Contiene imágenes en alta resolución de algunas de las mejores bibliotecas del mundo: la Biblioteca nacional de Francia, la Biblioteca del Arsenal de París, la Morgan Library, la Biblioteca Estatal de Baviera, la British Library…

Sibilas. Raffaello di Monteluppo. Tumba de Julio II en San Pietro in Víncoli (Roma), ca. 1544-45.

Según Giovanni Boccaccio, en 1375, una sibila es la que lleva a Dios en la mente.

Catorce siglos antes, Varrón señaló proviene de un término griego, “siboulen”, que significa voluntad de Dios” o “designio de Dios”.

Por tanto, las sibilas son aquellas que interpretan la voluntad de Dios, inspiradas por el pensamiento divino.

Sibilas. Rafael. Capilla Chigi. Santa Maria della Pace (Roma), ca. 1514.

Los cristianos hablan de hasta doce sibilas. En el s. I a. C., Marco Terencio Varrón realizó una lista de hasta diez sibilas.

Más tarde, tuvo gran repercusión el ciclo completo de sibilas que se encuentra en la Camera paramenti del palacio romano del cardenal Orsini. Aunque esa iconografía seguía la formulación original, se añaden dos nuevas sibilas: la Europa y la Agripa. Además, se asignó una profecía relativa al nacimiento de Cristo a cada una de ellas. Esas doce sibilas aparecen representadas en el Códice Iconographicus 414 de l Biblioteca Estatal de Baviera, de la siguiente manera:

Sibila Pérsica

Sibila Líbica

Sibila Eritrea

Sibila Cumana

Sibila Samia

Sibila Cimeria

Sibila Europa

Sibila Triburutina

Sibila Agripa

Sibila Délfica

Sibila Helespóntica

Sibila Frigia

Dicho Art Book se basa en un códice conservado en la Biblioteca Estatal de Baviera, en Múnich, bajo la signatura de Codex Iconographicus 414.

Este manuscrito se le atribuye al taller de Jean Poyer y consta de 25 miniaturas iluminadas en la ciudad francesa de Tours en torno a 1490-1500.

Formó parte de la colección del duque Maximiliano I de Baviera en 1641-42. A comienzos de siglo XIX estaba en el colegio de los jesuitas de Múnich, desde donde pasó en 1843 a la Biblioteca Estatal de Baviera.

Su importancia la reconoció Durrieu en 1892, cuando observó su estrecha relación de dependencia del Libro de Horas de Luis de Laval. 

Miguel Ángel Buonarrotti culminaría un milenio de iconografía de las sibilas en la espléndida serie de la capilla Sixtina. Cinco sibilas paganas y siete profetas cristianos aúnan su mensaje para expresar que predijeron el fin de los tiempos, representado en el Juicio Final de la capilla, donde se celebran los cónclaves para la elección del Papa.

Sibila Líbica. Miguel Ángel. Capilla Sixtina. Ciudad del Vaticano (1508-1512)

Sibila Eritrea. Miguel Ángel. Capilla Sixtina. Ciudad del Vaticano (1508-1512)

Sibila Délfica. Miguel Ángel. Capilla Sixtina. Ciudad del Vaticano (1508-1512).

Sibila Cumana. Miguel Ángel. Capilla Sixtina. Ciudad del Vaticano (1508-1512).

Sibila Pérsica. Miguel Ángel. Capilla Sixtina. Ciudad del Vaticano (1508-1512)

Pretendían demostrar que también los paganos, a pesar de su ceguera moral, habían descubierto involuntariamente indicios de la revelación cristiana.

Las sibilas se convierten en testigos paganos de la Revelación a lo largo de todo el arte medieval y renacentista, signos del futuro que predicen la instauración de la Iglesia Universal y del Juicio Final. 

El papel de estas mujeres en la Historia de la Salvación las convertía en «mujeres ejemplares», debido a la concepción del cristianismo que contaron con precursores entre los más ilustres filósofos paganos, incluyendo a las sibilas.

Sibilas en la Biblia Furtmeyer. Múnich, Staatsbibliothek, MS. Cgm 8010a, fol. 1v.

Sibila Eritrea. Catedral de Santa María de Regla (León). Museo catedralicio.

Las sibilas estuvieron presentes en las iglesias cristianas durante muchos siglos a través de la vista y el oído.

El resurgimiento de la Antigüedad que se desarrolló en el Renacimiento, tuvo como fundamento la admiración por los modelos formales antiguos, y en consecuencia, también la mitología y otros motivos paganos.

En el ámbito artístico, los temas religiosos y paganos se yuxtaponen en el arte del Renacimiento de forma compleja. Hoy sabemos bien que en este periodo las corrientes anticlásicas no desaparecieron nunca, y los motivos paganos con frecuencia se entrelazaban con el mensaje cristiano.

El caso de las sibilas, un tema previamente conocido en el arte cristiano, despierta un interés singular a partir del siglo XV, y las inserciones figurativas de la Sibila en el arte medieval derivan en ciclos iconográficos completos, cuyo mensaje es netamente cristiano. La incorporación de estas imágenes en el arte cristiano, frecuentemente asociadas a las de los profetas del Antiguo Testamento, remite al anuncio de la Redención de los pecados asociada en primer lugar con la Encarnación y también con la Segunda Venida de Cristo al final de los tiempos. En el Renacimiento, este significado cristiano no desaparecerá, sino que se verá potenciado.

  • Alejandro García Avilés, Catedrático de Historia del Arte por la Universidad de Murcia y Director del Centro de Estudios Visuales (VISUM) de la Universidad de Murcia. Su investigación se centra en las culturas visuales de la Edad Media, con especial atenció a los discuros visuales marginales y a la relación entre imágenes de culto y rituales religiosos y profanos. 
  • Antonia Martínez Ruipérez, investigadora doctorada contratada en la Universidad de Murcia. Su línea de investigación es el arte medieval. 

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DETALLES DE LA OBRA

A todo color con papel semi-mate de 150 gramos.

400 páginas con 353 dibujos, grabados y fotografías a color.

21 X 29’7 cm

Cartoné glasofonado, plastificado en mate y lomo redondeado

ALEJANDRO GARCIA AVILÉS, Catedrático de Historia del Arte por la Universidad de Murcia y Director del Centro de Estudios Visuales.

ANTONIA MARTÍNEZ RUIPÉREZ, investigadora doctorada contratada en la Universidad de Murcia.

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