Saltar al contenido

Civitates Orbis Terrarum

Solicite más información

DETALLES DEL FACSÍMIL

  • Autor: Georg Braun.
  • Lugar de edición: Colonia, Alemania.
  • Fecha: 1572, 1575, 1581, 1588, 1598 y 1617 respectivamente.
  • Idioma: Latín.
  • Mapas: 360, casi 600 vistas de ciudades a doble página.
  • Páginas: 1300 - entre 6 volúmenes -.
  • Medidas: 36 x 25 cm.
  • Encuadernación: cosido en escartivana con cubiertas en piel caprina, color tabaco. Estampaciones en seco de época y tejuelo dorado en el lomo.
  • Libro de estudios con textos de: José Luis Casado Soto revisado y anotado por Agustín Hernando Rica.
  • Ubicación de los originales: Biblioteca Nacional de España (BNE) y Biblioteca Histórica de la Universidad de Salamanca.
  • Signaturas: R/22248-250, ER/4684-86, (BNE) y BG/32146-32151 (BGUSAL).
  • Tirada: 375.
  • ISBN: 978-84-942508-4-2.

La obra que cambió la visión del mundo

Contemplar este facsímil es mucho más que observar unos mapas; implica mirar al mundo con la mirada profunda y reflexiva del humanismo, la misma que Erasmo de Rotterdam y otros eminentes pensadores transmitieron a través de sus escritos.

Esta lujosa edición, compuesta por nada menos que seis volúmenes ofrecen la oportunidad de adentrarse en los paisajes y planos de las ciudades y tierras más importantes de la época, recreados con el ojo experimentado de cartógrafos de la talla de Mercator, y de grabadores y artistas como Simon van den Neuvel, Franz Hogenberg y Joris Hoefnagel.

Este es el facsímil definitivo que te invita a embarcarte en un viaje sin precedentes con un formato artístico único e inigualable. Reproducimos con cariño y precisión todos los detalles y colores del original, para que sienta el deleite de transportarse a los siglos XVI y XVII al hojear estas páginas llenas de historia, arte y vida.

Cada ejemplar se encuaderna de forma artesanal con la técnica de la escardivana, usando piel natural que, al acariciarla, nos evoca la sensación palpable de estar en contacto con el original. Por primera vez, se ha realizado a partir de imágenes de alta calidad, capturadas por nuestro equipo especializado, y se ha impreso usando soportes especiales, similares al papel de los originales.

Una época reluciente de conocimiento

El siglo XVI en Europa fue un periodo vibrante, marcado por la efervescencia humanística y renacentista propia de la época que impregnó todos los ámbitos de la vida, tanto es así que ha sido justamente bautizado como el «Siglo de los Genios». En este marco de ilustración y descubrimiento, los avances tecnológicos, las nuevas corrientes de pensamiento, las reformas religiosas y los hallazgos geográficos enmarcaron un siglo repleto de profundos cambios políticos, religiosos y territoriales.

En este contexto, surgen los atlas, una revolución en la forma de concebir y plasmar el mundo. Aunque el término está estrechamente vinculado al renombrado cosmógrafo y grabador Gerardus Mercator, el primero en usar dicha designación fue, en realidad, un colega y amigo suyo, el también reputado Abraham Ortelius. Editó su obra, el Theatrum Orbis Terrarum, un poco antes que Mercator y adoptó el calificativo de “atlas” para su monumental colección de mapas por recomendación de Mercator.

Estos atlas se convirtieron en verdaderas enciclopedias visuales del mundo conocido. Acompañados de detallados y eruditos textos, ofrecían tanto correcciones de mapas preexistentes, que precisaban ser actualizados debido a los avances en los instrumentos de medición, como representaciones de nuevos territorios recién descubiertos, como los de Nuevo Mundo, que desafiaban las concepciones geográficas previas.

Precisamente, en este fecundo terreno de exploración y documentación es donde surge la obra que aquí nos ocupa: el Civitates Orbis Terrarum. Este magno proyecto, trasciende la mera cartografía para ofrecer una visión panorámica y detallada de las ciudades más significativas de la época, convirtiéndose en una ventana invaluable hacia la vida, la cultura y la organización de los centros urbanos del siglo XVI.

Civitates Orbis Terrarum, símbolo de prestigio y poder

Los atlas de Ortelius y de Braun & Hogenberg, surgieron en respuesta al creciente interés de los europeos por descubrir y entender el mundo. Este interés se avivó en un momento en el que aumenta el poder adquisitivo de determinadas clases sociales. Además, la revolución de la imprenta había democratizado el acceso al conocimiento, haciendo que los libros impresos fueran más asequibles que los manuscritos iluminados, aunque esto no implicaba que fueran precisamente baratos.

Para ilustrar el valor de estos atlas, basta considerar que un solo tomo del Civitates costaba lo mismo que una chalupa de pescador o que una pareja de bueyes, que eran considerados bienes fundamentales para la producción de aquel entonces.

Un ejemplar meticulosamente coloreado a mano podía costar el doble o incluso el triple. Tal era el estatus y prestigio asociado, que ningún noble o burgués acaudalado quería quedarse sin su copia de la obra de moda en aquellos años.

La elaboración tan cuidada, detallada y de estilo diferente por parte de cada autor, y la original incorporación de ensayos junto a los mapas, hizo que se ampliase el abanico de posibles interesados y compradores, llegando su público a abarcar desde eclesiásticos a militares, siempre dentro de las esferas del alto poder adquisitivo.

Por otra parte, a finales del siglo ganaba popularidad el género literario de la “literatura de viajes”. Tenía un atractivo especial para un público que, alentado por descubrimientos y exploraciones, anhelaba “viajar” sin abandonar la comodidad y seguridad de su hogar.

Así, los editores vieron la oportunidad de satisfacer esta curiosidad creciente. Buscaban acercar representaciones pictóricas de lugares remotos y exóticos, algo equivalente a los documentales de viajes que hoy podemos disfrutar en la televisión.

Civitates-Orbis-Terrarum

¿Qué es el Civitates Orbis Terrarum?

Es un atlas en seis volúmenes en el que se incluyen cerca de 600 vistas, planos y mapas de ciudades.

En las páginas de este atlas encontramos vistas y mapas meticulosamente detallados que abarcan desde Europa hasta África, Asia e incluso América. Es en esta obra donde se encuentran las primeras imágenes detalladas de ciudades americanas como México y Cuzco, así como representaciones de lugares exóticos y distantes para los europeos de la época, como El Cairo.

Fue editado por George Braum y Franz Hogenberg. El primer volumen vio la luz en 1572 como un atlas histórico del urbanismo medieval y renacentista. El sexto y último volumen se terminó en 1617. Casi 40 años de trabajo intenso de una gran cantidad de eruditos, artesanos y artistas.

El grabador de los cuatro primeros volúmenes fue el artista flamenco Frans Hogenberg (1535-1595). Este también había preparado diversos mapas para el atlas de Ortelius. Los grabados de los volúmenes quinto y sexto fueron obra de Simon van den Neuwel (1538-1590).

Un faro de conocimiento en una época de transformación

Los planos y vistas de la obra, cada uno meticulosamente acompañado por un relato detallado de la historia de la ciudad, sus características distintivas y su importancia comercial, se consolidaban como el atlas definitivo para el explorador de salón de la época. Este compendio era una ventana abierta al mundo, una invitación a viajar sin moverse de la comodidad del hogar.

El nivel de detalle es sumamente significativo, especialmente en el contexto histórico donde, tras casi mil años de conflictos internos desde la caída del Imperio Romano, Europa empezaba a respirar las ideas de Erasmo de Rotterdam y de otros humanistas que fomentaban la difusión del conocimiento y abogaban por crear un frente común frente a amenazas externas, como el Imperio Otomano.

Hasta esta época, los mapas y los planos de ciudades eran tesoros inaccesibles, un lujo reservado casi exclusivamente para militares y monarcas. Poseer uno podía ser considerado un acto de espionaje, castigado severamente con la muerte o prisión. Por eso, la aparición de esta obra fue un auténtico impacto, democratizando el acceso a la información geográfica y fomentando el intercambio comercial y cultural entre ciudades y países a una escala inimaginable.

La influencia que tuvo entre la población solo sería comparable a la aparición de las máquinas de vapor y la subsiguiente Revolución Industrial a finales del siglo XVIII o la Revolución Digital desencadenada con la aparición de Internet a finales del siglo XX. Fue un catalizador de cambio, una herramienta que permitió ver más allá de sus horizontes locales y comprender el mundo en su vastedad y complejidad.

Esta obra fue un símbolo del despertar de una nueva era de exploración, comprensión y conexión global.

Un compendio visual y cultural

Nuestra edición facsímil, compuesta por los seis volúmenes del original, es un pasaporte a un viaje extraordinario a través del tiempo y el espacio. Desde Jerusalén o Estambul o Moscú, a Roma, Londres y París, pasando por Bilbao, Barcelona, Burgos y  Sevilla. Y, cruzando el océano hasta México. Nos permiten ser testigos de la vida y cultura de casi 600 ciudades, paisajes y habitantes durante el esplendor del Siglo de Oro.

Más allá de simples mapas, son un compendio visual y cultural. Los detalles son tan ricos que incluso los personajes que aparecen en primer plano con representados con los trajes típicos, reflejando los diferentes estratos sociales de la época. Esta cuidada representación tenía como propósito permitir que el hipotético viajero pudiera identificar y familiarizarse con las gentes que encontraría al visitar dichas ciudades, ofreciendo así una ventana única a las costumbres y modos de vida de aquel entonces.

La obra seguía el esquema de organización geográfica, aplicado por Ortelius. Esto implica un viaje que se desplaza de poniente a levante, un itinerario lógico y coherente que nos guía al lector en su exploración al mundo conocido. En orden de aparición, los mapas detallan las islas Británicas, España, Portugal, Francia, Paises Bajos, Alemania, los países escandinavos, Hungría, Polonia, Lituania, Moscovia y el sur de Europa. Y como colofón, la obra se adentra en territorios aún más lejanos, presentando notables representaciones de importantes ciudades de Africa, Asia y América.

El Civitates Orbis Terrarum son una invitación a embarcarse en una inolvidable expedición a través de la historia, la geografía y la cultura de un mundo que, aunque ya pasado, continúa fascinando y educando a sus exploradores modernos.

El Atlas que reconfiguró la cartografía

En un contexto en el que la cartografía detallada era una novedad, estas técnicas eran verdaderamente revolucionarias. Este atlas marcó un hito, marcando el primer intento serio y exhaustivo de representar la mayoría de las ciudades del mundo conocido por los europeos de manera realista y meticulosa.

Para lograr este objetivo, los artistas y cartógrafos emplearon un enfoque pictórico moderno y sofisticado, con especial atención a la perspectiva. Utilizaron planos bidimensionales, representaciones tridimensionales y perspectivas a vista de pájaro, que permitían visualizar las ciudades desde un punto elevado, como si se observaran desde el cielo.

A pesar de que en las técnicas empleadas se puede percibir cierta heterogeneidad, estas estaban meticulosamente diseñadas para ofrecer una sensación de unidad y cohesión. La intención era representar el mundo «civilizado» a través de sus ciudades, consideradas emblemas del avance y la prosperidad de esa era.

En nuestro mundo moderno, saturado de globos aerostáticos, vuelos tripulados al espacio, satélites, aviones, helicópteros y drones, obtener una vista aérea para representar una zona puede parecer una tarea trivial. Sin embargo, en aquel momento de la historia, sin acceso a estas tecnologías, la única forma de elaborar un plano detallado y precisamente escalado sin una vista elevada real dependía completamente de la proyección matemática. Imagínese la habilidad, el ingenio y la paciencia que requería trazar cada línea y detalle con tal precisión, basándose en cálculos meticulosos y observaciones cuidadosas. ¡Sin duda, una proeza digna de admiración!

Esta innovación no solo abrió una ventana a ciudades lejanas para los lectores de la época, sino que estableció un nuevo estándar para la cartografía y la ilustración, redefiniendo lo que era posible en el arte de mapear nuestro mundo.

¿Por qué cambió la visión del mundo?

El Civitates Orbis Terrarum, considerado la más famosa y adquirida obra de su tipo en el siglo XVI, es una joya cartográfica de incalculable valor. Su singularidad radica en la precisión y fidelidad con que sus dibujos representan a las ciudades, intentando retratarlas de forma exacta y constante, omitiendo sucesos temporales como incendios o asedios que solo capturarían un instante efímero en la vida de estas ciudades. Más que una simple colección de hermosos paisajes y dibujos, los autores concibieron esta obra como una herramienta práctica y útil: una maravillosa guía del mundo conocido hasta entonces.

En la actualidad, se erige como una ventana al siglo XVI, ofreciendo a los estudiosos y al público general una oportunidad de asomarse y adentrarse en la vida de aquella época. Las ciudades representadas en este atlas se han convertido en objeto de estudio detallado, pues, como hemos señalado, su representación es sumamente acertada y, en algunos casos, constituye la primera documentación que se tiene sobre ellas.

Ostenta la distinción de ser considerado el primer atlas de vistas de ciudades en la historia, y fue ideado como el complemento perfecto a la obra de Abraham Ortelius, el Theatrum Orbis Terrarum. Si Ortelius ofrecía una especie de ‘Google Maps’ de su tiempo, detallando países y regiones, el Civitates, por su parte, funcionaría como el ‘Google Earth’ de la época, enfocando su atención en las ciudades más prominentes y su rica arquitectura.

Marcó un salto cualitativo frente a colecciones anteriores de vistas, como las ilustraciones presentes en el Liber Chronicarum o Crónicas de Núremberg (1493) de Hartman Schedel. A diferencia de estos intentos previos, que se veían limitados por la calidad de los grabados de madera, toscos y carentes de detalle, el Civitates superó estas restricciones gracias a los avances tecnológicos de la época. Los artistas involucrados se comprometieron a retratar la realidad, evitando las libertades que solían tomarse en otras representaciones, las cuales mezclaban realidad con elementos de fantasía y, por ende, comprometían la fidelidad y utilidad de los mapas.

En resumen, el Civitates Orbis Terrarum no solo cambió la visión del mundo en su tiempo, sino que sigue siendo una herramienta invaluable para entender cómo los contemporáneos de esa época veían y comprendían su mundo. Es un testimonio del deseo humano de explorar, documentar y comprender el entorno global, que resonó en el siglo XVI y continúa resonando hoy.

¿Por qué debería adquirir nuestra edición facsímil del Civitates Orbis Terrarum?

Este facsímil es una oportunidad única para poseer un tesoro de inestimable valor que amalgama arte, historia y el afán humanista por el conocimiento del mundo.

El Civitates Orbis Terrarum revolucionó el conocimiento de la época, no solo por el contenido informativo, sino por la belleza de los mapas y detallada precisión de los planos utilizados para representar cada una de las ciudades. La creación de esta obra maestra fue una tarea titánica que se extendió a lo largo de cuatro décadas hasta que finalmente se completó la edición.

Para nuestro facsímil, hemos invertido una década de meticuloso trabajo para culminar la edición. Esta labor monumental nos llevó a consultar varios ejemplares, incluidos aquellos de la Biblioteca General Histórica de la Universidad de Salamanca y la Biblioteca Nacional de España, algunos de los cuales habían sufrido robos o deterioro a lo largo de los siglos. Con estas fuentes, hemos logrado confeccionar una edición completa y definitiva.

Está reproducida al detalle, es una réplica exacta de la obra original que le permitirá admirar la maestría de los primeros artistas y cartógrafos bajo la guía de nuestros expertos.

Con la ayuda de tecnología del siglo XXI, nuestras fotografías de alta definición capturan con absoluta precisión cada detalle y color de los originales de los siglos XVI y XVII. El papel seleccionado para la impresión facsímil imita la diversidad y textura de los originales, mientras que la encuadernación artesanal, utilizando la técnica centenaria de la escartivana, representa un avance sin precedentes en la edición facsímil a nivel mundial.

Cada uno de los seis tomos de esta edición lleva aproximadamente dos o tres días en ser meticulosamente preparado antes de ser entregado, y encuadernar un juego completo requiere cerca de dos semanas de labor artesanal intensiva en nuestro Atelier. La tapa, de piel de cabra en color tabaco, presenta exquisitos motivos platerescos estampados a fuego en honor a los originales conservados en Salamanca.

Conscientes de su significado e importancia, hemos dedicado un esfuerzo exhaustivo para completar cada volumen. En la actualidad, resulta casi imposible encontrar una edición completa, por lo que nos enorgullece poner a disposición de nuestros clientes una reproducción que es, en esencia, idéntica a la que concibieron inicialmente Georg Braun y Hogenberg.

Esta edición está diseñada para perdurar, pues cada volumen incluye un guarda-libros con cinta que reproduce cada uno de los seis frontispicios de la obra original.

Nuestro deseo es que usted viva y sienta cada página como una aventura única. Cuando nuestros clientes abren nuestros tesoros encuadernados, sus rostros se iluminan con expresiones de éxtasis y asombro. Cada pasaje se convierte en un sendero de emociones, y cada plano es una ventana hacia la maravilla. En el reflejo de sus miradas, vemos la huella profunda que los autores originales han dejado  

Para completar un trabajo extraordinario de por sí, el volumen de estudios que acompaña la obra ha sido abordado desde una perspectiva inédita por dos divulgadores de tanto renombre como son José Luis Casado Soto y Agustín Hernando Rica.

No se pierda esta joya de la cartografía histórica. Se trata de una edición limitada y numerada ante notario, y ¡hay sólo 375 ejemplares disponibles! Es una oportunidad única para poseer una pieza de inestimable valor que combina arte, historia y la pasión por el conocimiento del mundo que caracterizó a los grandes humanistas.

¡No permita que esta oportunidad única se escape de sus manos! Solicite información hoy mismo y sea parte de la historia al adquirir su propio ejemplar de esta obra magistral.

    DESEO CONOCER EN PROFUNDIDAD LOS DETALLES DE LA OBRA.

    (Los campos marcados con "*" son campos obligatorios).